Las frutas y las verduras contienen antioxidantes llamados flavonoides, que forman el mayor grupo de los nutrientes vegetales, fitonutrientes, con más de 6.000 tipos. Junto con los carotenoides (pigmentación orgánica), son los responsables de los vivos colores de las frutas y las verduras. Los cítricos contienen muchos antioxidantes, capaces de evitar una amplia variedad de problemas de salud. Las flavanonas, un tipo de flavonoides, están especialmente presentes en los cítricos.
Según un reciente artículo sobre los beneficios para la salud de los alimentos populares, los cítricos pueden reducir el riesgo de ictus isquémico, mantienen una presión arterial sana y promueven la salud del corazón. Los resultados indicaron que los flavonoides de los cítricos se pueden usar en el futuro para prevenir o retrasar enfermedades crónicas causadas por la obesidad.
La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, enfermedades hepáticas y diabetes tipo 2. Estas enfermedades podrían estar causadas por el estrés oxidativo y la inflamación. Se cree que los antioxidantes tienen la capacidad de reducir el estrés oxidativo y la inflamación.
Una dieta rica en grasas provoca la acumulación de grasa y las células grasas producen muchas especies reactivas de oxígeno que dañan las células.
Mientras que el cuerpo normalmente puede combatir las moléculas de estrés oxidativo con antioxidantes, las personas obesas tienen células grasas aumentadas, lo que puede provocar mayores niveles de estrés oxidativo y, por lo tanto, sobrecargar al cuerpo de forma que ya no pueda combatirlas.
En un estudio se dividió a 50 ratones en distintos grupos según su dieta y según si se les había tratado con flavanonas o no. Los resultados mostraron que en los ratones con una dieta rica en grasas, en comparación con los ratones con una dieta normal, el nivel de sustancias dañinas para las células, como las sustancias reactivas mencionadas anteriormente, aumentó un 80 % en la sangre y un 57 % en el hígado. El nivel de sustancias reactivas en el hígado de los ratones con una dieta rica en grasas y que habían recibido un tratamiento con flavanonas se redujo un 50-64 % y un 47-48 % en la sangre, en comparación con los ratones con una dieta rica en grasas, pero que no habían recibido el tratamiento con flavanonas. Además, se redujeron la acumulación de grasa y el daño hepático. Aunque los científicos no observaron ninguna pérdida de peso en los ratones a los que se trató con flavanonas, los ratones tenían un menor daño hepático, menores niveles de estrés oxidativo y menores niveles de grasa en sangre y de azúcar en sangre.
Investigaciones futuras estudiarán la mejor manera de administrar las flavanonas y si es al comer fruta, beber zumos de fruta o tomar un suplemento que contenga antioxidantes. El equipo de científicos también planea incluir a sujetos humanos en futuros estudios.