Uno de los factores que menoscaban el pronóstico en un diagnóstico de cáncer es la diseminación a otros órganos. El esparcimiento a otros órganos se conoce como metástasis. El equipo de científicos detrás del estudio ha experimentado con nanotecnología, que utiliza materiales pequeños que, en resumen, inhiben la capacidad de las células cancerosas para moverse o, como dicen los científicos: "... rompen las piernas de las células cancerosas, porque si no pueden moverse, el cáncer no se puede propagar".
En el caso de un tumor local que aún no se ha diseminado, la posibilidad de curarse es mejor y la mortalidad más baja. En el caso del cáncer metastásico, el pronóstico es significativamente peor. La nueva opción de tratamiento funciona localmente y evita que el cáncer se disemine a otros órganos. Dado que el tratamiento se administra localmente, es menos agotador para el cuerpo y puede usarse durante un período de tiempo más prolongado, si es necesario.
Normalmente, las células se mueven con pies pequeños llamados filopodia. La diferencia entre células sanas y cancerosas es, entre otras cosas, que esta última ha desarrollado más pies. Esta modificación permite que las células deambulen a otros lugares del cuerpo, en caso de que el entorno original sea desfavorable para las células cancerosas.
Luego de una serie de experimentos, los científicos descubrieron que si disparaban a las células cancerosas con láseres de baja energía, su capacidad para moverse podría inhibirse por completo. El método funciona calentando y derritiendo los "pies" de las células del cáncer, impidiendo así que se muevan.
"Este tratamiento con láser no es dañino ni peligroso para la piel y el tejido que rodea las células cancerosas y puede usarse varias veces para lograr el mejor resultado", explica el científico Ronhu Wu.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, las metástasis son la razón principal de la alta tasa de mortalidad del cáncer. Además, las células cancerosas con metástasis son capaces de permanecer latentes durante años y volver a activarse más tarde. Algunas formas de cáncer presentan un gran desafío, ya que a menudo se diseminan al tejido circundante, dificultando el tratamiento. En el tratamiento de las formas de metástasis de cáncer, el objetivo principal a menudo es inhibir la propagación, sin embargo, esto no ha sido posible previamente. Los órganos más susceptibles a la diseminación son los huesos, el hígado y los pulmones.
Aunque la investigación todavía está en curso, el equipo de científicos ha presentado resultados prometedores y esperan que esta forma de tratamiento sea beneficiosa para los pacientes con cáncer de cabeza, cuello, mama y piel, mediante inyecciones locales. El cáncer que se encuentra más profundamente dentro del cuerpo podría tratarse con fibra o tratamiento de láser endoscópico.