Cada vez más personas padecen fiebre del heno, y esto contribuye a un aumento de la enfermedad en niños y adultos. Los estudios demuestran que, si bien una enfermedad como el asma se vuelve cada vez menos frecuente, la fiebre del heno es cada vez más frecuente. La causa de la fiebre del heno aún no se conoce por completo y los mecanismos complicados impiden una mayor comprensión.
Un equipo sueco de científicos intentó examinar los complicados mecanismos observando cómo la dieta durante la infancia puede afectar el desarrollo de la fiebre del heno. La fiebre del heno es una afección común que afecta a más del 20% de los niños a la edad de 12 años o menos. El riesgo de desarrollar la enfermedad aumenta cuanto más viejo se pone.
El estudio se basa en un cuestionario que fue respondido en diferentes momentos durante la vida de los niños. Los resultados mostraron que las causas más comunes de fiebre del heno fueron polen (85%), pelaje (34%) y ácaros (17%). Se demostró un mayor riesgo de desarrollar fiebre del heno si los padres tenían fiebre del heno, si a uno se le diagnosticaba un tipo de alergia alimentaria, si uno tenía eczema y si uno era varón.
Lo sorprendente es que comer pescado al menos una vez al mes a la edad de 1, puede reducir el riesgo de desarrollar fiebre del heno más tarde en la vida. La dieta juega un papel importante en muchas funciones en el cuerpo humano y se sabe que la dieta en la primera infancia puede afectar el desarrollo de futuras alergias. La explicación detrás de los resultados es, probablemente, la influencia del ácido graso omega-3 en el sistema inmune. Sin embargo, esta suposición debe tomarse con un poco de escepticismo, ya que otros estudios han demostrado que los ácidos grasos omega-3 por sí solos no pueden explicar el desarrollo de la fiebre del heno; por lo tanto, se cree que otras sustancias en los peces, incluida la vitamina D, protegen contra la fiebre del heno. Además, es concebible que el consumo regular de pescado sea parte de un estilo de vida saludable, y existen otros motivos por los cuales los niños no desarrollan fiebre del heno.
La segunda parte del análisis mostró que crecer en el campo podría reducir aún más el riesgo. El desarrollo de alergias es, según algunas teorías, causado por estar expuesto a microorganismos extraños. Se cree que el sistema inmune se estimula de una manera diferente cuando se vive en un área rural, ya que la exposición a microorganismos bacterianos es mayor; por lo tanto, el sistema inmune es mejor. Los expertos hablan de una conexión que responde a la dosis, lo que significa que cuanto más tiempo se vive en el país, mejor se protege de las alergias en desarrollo.