¿Qué es la hipertensión?
La hipertensión es el término médico de la presión arterial alta. La enfermedad se manifiesta cuando la presión arterial dentro de las arterias aumenta hasta un nivel peligroso. La hipertensión a veces se desarrolla en meses o incluso años. Debido a este lento desarrollo, es probable que no tengas ninguno de estos síntomas de presión arterial alta. Sin embargo, la hipertensión puede provocar muchas enfermedades graves, por lo que es importante diagnosticarla pronto. Se recomienda medir la presión arterial con regularidad.
Síntomas de la hipertensión
No suele haber síntomas si la presión arterial solo es ligeramente alta. Sin embargo, lo más probable es que la presión arterial aumente a un nivel muy alto y peligroso con el tiempo y esto cause los síntomas. Estos síntomas se confunden fácilmente y se asocian a otros problemas de salud, por lo que la hipertensión se suele ignorar al considerarla una causa.
Los síntomas incluyen:
- Dolor de cabeza
- Mareo
- Dificultad respiratoria
- Rubor
- Hemorragia nasal
- Sangre en la orina
- Dolor de pecho
- Problemas de visión
¿Cuáles son las causas de la hipertensión?
Cuando no hay ninguna causa aparente de la enfermedad, se denomina hipertensión esencial. Un conjunto de varios factores suele provocar hipertensión. Algunos de estos factores son:
- Antecedentes familiares de hipertensión Algunos genes te hacen más propenso a la presión arterial alta.
- Insuficiencia orgánica, p. ej. insuficiencia renal o cardíaca
- Un estilo de vida insano, obesidad, tabaquismo y un consumo excesivo de alcohol se asocian a la hipertensión
- Efectos secundarios de ciertos tipos de medicamentos
Medir la presión arterial
Cuando te mides la presión arterial con un tensiómetro, la lectura aparece como dos números. El mayor de los dos es la presión sistólica, que representa la fuerza de las arterias cuando el corazón late (se contrae) y bombea sangre por el cuerpo. El segundo número es la presión diastólica, que representa la fuerza de las arterias cuando el corazón descansa entre los latidos.
Una presión arterial sana es de aproximadamente 120/80 mmHg. Cuando la tensión está entre este nivel saludable y 139/90, se denomina prehipertensión.
Cuando te mides la presión arterial, es importante estar en posición vertical y no cruzar las piernas. Tienes que sentarte en una silla y relajarte unos 5 minutos antes de encender el tensiómetro. La habitación en la que estés debe estar cálida y debes evitar beber café y fumar una hora antes de medir la presión arterial. También tienes que evitar hacer ejercicio y grandes comidas 30 minutos antes de medir la presión. Además, hay que ajustar el manguito para que encaje en el brazo y el tensiómetro debe calibrarse con regularidad. Mídete la presión arterial tres veces seguidas; la media representa tu presión arterial real.
¿Cómo se trata la hipertensión?
El médico elige un tratamiento para la causa subyacente de la hipertensión. A menudo te sugerirá que cambies tu estilo de vida, perdiendo peso, haciendo ejercicio con regularidad, siguiendo una dieta sana, evitando fumar, beber alcohol y controlando mejor el estrés. Si con estas iniciativas no consigues bajar la presión arterial, hay ciertos tipos de medicamentos que te pueden ayudar. El tratamiento médico puede consistir en betabloqueantes, diuréticos o inhibidores de ECA. Si la hipertensión es el resultado de los efectos secundarios de la medicación, el médico la sustituirá por un medicamento correspondiente sin este efecto secundario.
