¿Qué es la fibrilación auricular?
La fibrilación auricular o FA es uno de los tipos más comunes de arritmia cardíaca. Normalmente los impulsos eléctricos cardíacos surgen de un grupo de células de la musculatura de la aurícula derecha llamado nódulo sinoauricular y desde aquí se envían al resto del corazón. De este modo, el nódulo sinoauricular controla el ritmo cardíaco y se encarga de contraer el corazón de forma regular. En el caso de la fibrilación auricular, estos impulsos eléctricos surgen de distintas partes de las aurículas y no del nódulo sinoauricular. Esto hace que las contracciones del corazón se vuelvan rápidas e irregulares. Se evita que la activación frecuente de las aurículas se extienda hasta los ventrículos cardíacos mediante lo que se conoce como sistema de conducción.
Este ritmo cardíaco irregular puede ocurrir de forma breve durante minutos u horas, mientras que los ataques prolongados de fibrilación auricular pueden durar días o semanas. En la mayoría de los casos, el ritmo cardíaco irregular se detiene solo, pero si no lo hace, la fibrilación auricular se vuelve crónica.
¿Cuáles son los síntomas de la fibrilación auricular?
Los síntomas de la fibrilación auricular varían. No todos los pacientes con fibrilación auricular tienen todos los síntomas y la enfermedad puede manifestarse de forma diferente según la persona. Los síntomas incluyen:
- Pulso rápido e irregular
- Mareo
- Dificultad respiratoria
- Saciedad
- Dolores de pecho
- Mala condición física
- Una sensación de inquietud o ansiedad
- Fatiga
¿Cuáles son las causas de la fibrilación auricular?
La fibrilación auricular puede estar causada por una mayor actividad de los impulsos en las venas pulmonares, lo que lleva a la sangre oxigenada desde y hasta la aurícula izquierda, pero se desconoce la causa de esta mayor actividad de los impulsos.
Además, existen distintos factores asociados a una mayor propensión a la fibrilación auricular. Algunos de estos factores son:
- Edad avanzada
- Enfermedad cardíaca
- Presión arterial alta
- Hipermetabolismo
- Ser hombre
- Diabetes
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
- Disminución de la función renal
- Consumo excesivo de alcohol
Si ya sufres fibrilación auricular, hay varios factores que pueden provocar nuevos «ataques».
- Estrés
- Fiebre
- Alcohol
- Café
- Estrés mental
- Enfermedad grave
¿Cuáles son las complicaciones de la fibrilación auricular?
En general, la enfermedad no es peligrosa. Sin embargo, la fibrilación auricular puede causar complicaciones mortales y es importante diagnosticarla cuanto antes para poder iniciar el tratamiento correcto y reducir el riesgo de complicaciones.
La fibrilación auricular se asocia a:
- Accidente cerebrovascular: La contracción irregular del corazón supone que no es capaz de bombear la sangre de manera eficaz. Cuando la sangre se mueve más lentamente, es más probable que se formen coágulos y estos pueden soltarse y viajar hasta el resto del cuerpo, incluido el cerebro. Cuando un coágulo sanguíneo llega a los pequeños vasos sanguíneos del cerebro, causa un ictus o accidente cerebrovascular. Los medicamentos anticoagulantes ayudan a evitar que se formen coágulos sanguíneos y reducen el riesgo de accidente cerebrovascular.
- Insuficiencia cardíaca: Si el corazón late demasiado rápido, existe riesgo de que el músculo cardíaco se debilite y se reduzca la función de bombeo. Por lo tanto, se recomienda recibir tratamiento si tienes una frecuencia cardíaca elevada.
¿Cuáles son los tratamientos para la fibrilación auricular?
El tratamiento de la fibrilación auricular consiste en recuperar el ritmo normal del corazón y reducir el riesgo de complicaciones. De este modo, el tratamiento emplea anticoagulantes, que ayudan a evitar que se formen coágulos sanguíneos. La arritmia se puede tratar con medicación, que previene la fibrilación auricular, como es el caso de los betabloqueantes. A algunos pacientes se les trata con descargas eléctricas para detener todos los impulsos y así restablecer el ritmo cardíaco. De esta manera, el ritmo cardíaco vuelve a ser regular y a estar controlado por el nódulo sinoauricular.
