¿Qué es la esquizofrenia?
La esquizofrenia es una enfermedad mental que afecta a los pensamientos, sentidos y sentimientos, y hace que mezcles la realidad con alucinaciones. La enfermedad suele ocurrir en la juventud – 10-15 años – y es más común en hombres que en mujeres. A aproximadamente 220.000 personas en el Reino Unido se les está tratando la esquizofrenia.
¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia?
Algunos de los síntomas psicóticos de la esquizofrenia pueden ser:
- No poder distinguir la realidad de la imaginación – mezclarlas
- Alucinaciones – escuchar una voz, ver a una persona ficticia o imaginar un una sensación como un toque. Un ejemplo podría ser escuchar voces que comentan tus acciones
- Delirios – pensar e insistir en que tus alucinaciones son reales a pesar de que están inventadas Un ejemplo puede ser sentirse perseguido por poderes malignos
- Cambios en el comportamiento – pérdida de ganas de socializar con otras personas o de conocer nuevas personas. Ya no puedes seguir las normas sociales tácitas.
- Pérdida de energía – sufres una fatiga excesiva y tienes dificultades para realizar tareas sencillas
- Falta de interés – no quieres participar en aficiones como antes. Empiezas a aislarte
- Trastornos del habla – ya no puedes hablar con frases coherentes y/o comprensibles. De forma gradual cada vez estás más callado en compañía de otros. Tampoco consigues expresarte correctamente y desarrollas un vocabulario más pobre.
¿Cuáles son las causas de la esquizofrenia?
Todavía no se entiende del todo la causa exacta de la esquizofrenia, pero hay algunos factores que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad, como la genética o el entorno. La enfermedad también tiene un componente hereditario, por lo que, si tienes un familiar cercano que tiene/ha tenido la enfermedad, hay un mayor riesgo de que la desarrolles.
Una teoría sugiere que la enfermedad se debe a una alteración en el desarrollo del cerebro que comienza a una edad más temprana – quizás en la fase embrionaria. Esta alteración causa una mayor vulnerabilidad. Si una persona vulnerable se ve expuesta a tensión mental u otras influencias ambientales negativas durante el proceso de madurez del cerebro en la pubertad, la alteración puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades mentales como la esquizofrenia.
¿Cuáles son los tratamientos para la esquizofrenia?
La esquizofrenia se puede tratar si la persona intenta ayudarse a sí misma con perseverancia y busca ayuda. El tratamiento consiste en tres partes:
1. Antipsicóticos: Estos medicamentos bloquean la sustancia de señalización «dopamina» del cerebro. Una producción hiperactiva de dopamina en el cerebro se asocia a la esquizofrenia. Sin embargo, los antipsicóticos tienen muchos efectos secundarios, como:
- Inquietud interior
- Rigidez muscular
- Calambres musculares
- Movimientos involuntarios
- Aumento de peso
- Tensión arterial elevada (hipertensión)
- Diabetes
2. Terapia conversacional: En la consulta del psiquiatra, el objetivo de esta terapia es aumentar la autoestima y autocomprensión del paciente. Suele incluir a la familia del paciente para ayudar a optimizar el efecto del tratamiento.
3. Medidas social-psiquiátricas: Se entrenan y desarrollan las habilidades sociales del paciente y aumenta su comprensión de la enfermedad. Esto se logra, por ejemplo, mediante la educación sobre enfermedades mentales junto con otras personas que sufren enfermedades mentales.
La esquizofrenia es una enfermedad mental que suele requerir un tratamiento prolongado, pero ¡afortunadamente la recuperación es posible!
