¿Qué es la epilepsia?
Normalmente, el cerebro funciona enviando impulsos eléctricos mediante las células nerviosas a otras células nerviosas o al resto de los músculos u órganos del cuerpo. Esta comunicación es necesaria para que el ser humano se mueva y piense.
La epilepsia ocurre como resultado de una actividad eléctrica anormal que se origina en el cerebro. Esta actividad eléctrica anormal interfiere en las señales enviadas entre las distintas zonas del cerebro, reduciendo así su función normal. A la vez, ocurren signos de funcionamiento anormal. Los distintos tipos de epilepsia se manifiestan en distintos tipos de crisis.
Hay dos tipos principales de crisis epilépticas: Las crisis generalizadas, que afectan a todo el cerebro, y las crisis focales o parciales, que solo afectan a una parte del cerebro. La crisis focal puede afectar a todo el cerebro al final de la crisis, por lo que en este caso se llama crisis secundariamente generalizada.
¿Cuáles son los síntomas de la epilepsia?
En una crisis hay un aumento repentino de la actividad eléctrica del cerebro porque los impulsos entre las células nerviosas están descontrolados. Sin embargo, los impulsos volverán a la normalidad después de la crisis. La crisis suele ser corta y durar de segundos a minutos. El diagnóstico se realiza después de crisis recurrentes similares.
Los síntomas incluyen:
- Alteraciones del sentido del gusto, olfato, vista, oído o tacto
- Hormigueo y espasmos en los miembros
- Debilidad
- Dolor abdominal
- Náuseas
- Salivación y sudoración
- Ataques de ansiedad
- Falta de respuesta
¿Cómo tiene que reaccionar un testigo ante una crisis?
Los anteriores síntomas pueden ocurrir en un estado consciente o inconsciente, pero suelen ocurrir en este segundo estado. Cuando una persona tiene una crisis, es importante hacer lo siguiente:
- Asegurarse de que la persona está segura
- Poner al paciente en posición de recuperación después de la crisis
- No poner objetos en la boca de la persona que tiene una crisis
- Quedarse con el paciente
- Hablar con tranquilidad y calmar a la persona durante y después de la crisis
- Buscar ayuda médica inmediatamente si la crisis dura más de dos minutos.
¿Cuáles son las causas de la epilepsia?
La epilepsia tiene varias causas y, en algunos casos, no es posible encontrar una causa. Cualquiera puede tener una crisis si los factores influyentes son lo suficientemente fuertes. La genética desempeña un papel muy importante en la vulnerabilidad de una persona ante los desencadenantes de las crisis. La causa de la epilepsia suele ser un cambio en el cerebro, como deformidades congénitas del tejido cerebral, daños en el tejido cerebral causados por coágulos sanguíneos, tumores cerebrales o daños externos, infecciones en el cerebro y distintas enfermedades cerebrales como la enfermedad de Alzhéimer.
¿Cómo se trata la epilepsia?
La epilepsia se trata con medicamentos anticonvulsivos; en la actualidad existen unos 20. Los fármacos tienen distintos efectos y también distintos efectos secundarios. Para mejorar el efecto del tratamiento, a veces es necesario tomar varios medicamentos anticonvulsivos simultáneamente. Uno de los fármacos más comunes para tratar la epilepsia es la lamotrigina, que es eficaz para crisis generalizadas y focales. Tiene pocos efectos secundarios como mareo, dolores de cabeza, fatiga e insomnio.
Además, para prevenir las crisis, es importante seguir un estilo de vida con suficientes horas de sueño, un bajo consumo de alcohol y comidas regulares. También es importante evitar las situaciones en las que una crisis sea muy peligrosa, como varios tipos de deportes.
Si tienes epilepsia, es importante que informes a las personas que te rodean sobre la situación, ya que es crucial que tu entorno sepa cómo reaccionar en caso de crisis graves.
