¿Qué es la depresión?
La depresión es una enfermedad mental que se caracteriza por sentimientos de tristeza, una pérdida de energía e interés por las actividades que antes se disfrutaban. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la depresión es la causa más común de disminución funcional en el mundo occidental.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión?
Dependiendo de los síntomas que sufra el individuo, la depresión va de leve a grave. Se diagnostica si la persona ha tenido, como mínimo, dos de los siguientes síntomas durante las últimas dos semanas:
- Sensación de tristeza
- Disminución notable del interés o placer en casi todas las actividades prácticamente todos los días
- Disminución de la energía y fatiga
Así como, al menos, dos de los siguientes síntomas:
- Disminución de la autoestima
- Sensación de inutilidad, culpa
- Pensamientos sobre la muerte o el suicidio
- Concentración y pensamiento alterados
- Sensación de inquietud o lentitud
- Insomnio
- Cambios en el apetito y peso
Si una persona tiene dos de los síntomas de la primera lista, así como dos de la segunda, tiene una depresión leve. No siempre es necesario tratar las depresiones leves. Por ejemplo, los trastornos afectivos estacionales suelen ser leves.
Si una persona tiene como mínimo cuatro síntomas, la depresión se considera moderada. Se recomienda tratar los casos moderados de depresión.
En caso de depresión grave existen los tres síntomas de la primera lista y cinco de la segunda lista. Las depresiones graves requieren tratamiento.
¿Cuáles son las causas de la depresión?
Rara vez solo hay una explicación al motivo por el que una persona desarrolla depresión. La depresión suele desarrollarse como resultado de una interacción entre factores, que pueden ser biológicos, genéticos, psicológicos y ambientales. Algunos de los factores biológicos son una falta de exposición a la luz solar y una tasa metabólica baja. También se cree que la genética tiene importancia en cuanto a la vulnerabilidad en situaciones estresantes como un despido, la pérdida de un familiar o una enfermedad, y las personas que desarrollan depresión suelen tener familiares que también han sufrido depresión en algún momento. Además, los factores ambientales, como una infancia insegura u otras experiencias desagradables, pueden influir en el riesgo de desarrollar depresión. Los factores como la educación, la situación laboral, social y económica también juegan un papel importante.
¿Cuáles son los tratamientos para la depresión?
El objetivo del tratamiento es abordar la depresión propiamente dicha, pero también evitar posibles recaídas. Hay muchos medicamentos distintos con diferentes efectos para tratar la depresión, pero no todos son igual de eficaces para todos los pacientes. A veces puede que el individuo no experimente en absoluto ningún efecto del medicamento. Por lo tanto, la depresión puede requerir varios intentos con distintos medicamentos antes de lograr un efecto eficaz y perceptible. Solo se suelen tratar médicamente los casos moderados y graves de depresión.
En general, las opciones de tratamiento disponibles en la actualidad no tienen un efecto a largo plazo, por lo que algunos casos de depresión no se pueden tratar. Por lo tanto, en la actualidad hacen falta tratamientos más eficaces que los que están disponibles.
Además de los tratamientos médicos, la psicoterapia y la terapia conversacional pueden ser métodos eficaces para tratar la depresión independientemente de la gravedad. En este caso el individuo puede aprender a cambiar los patrones de comportamiento negativo y aprender nuevos patrones de pensamiento y enfoques ante la vida que contribuyan notablemente a aliviar los síntomas.
La terapia de electrochoque se usa para tratar la depresión grave resistente al tratamiento. El electrochoque es una forma de terapia en la que se envían pequeñas descargas eléctricas a través de la cabeza del paciente sedado y se cree que es eficaz para tratar casos de depresión graves y potencialmente mortales.
