¿Qué es la colitis ulcerosa?
La colitis ulcerosa es una enfermedad que provoca la inflamación de la pared interior del recto y el colón. Esto significa que aparecen úlceras en la superficie de la pared interior, lo que provoca sangrado. La colitis ulcerosa es una enfermedad crónica, ya que en la actualidad no tiene ninguna cura médica. A pesar de esto, las personas afectadas por la enfermedad pueden vivir largos periodos con pocos o ningún síntoma (remisión). Es muy común que en la colitis ulcerosa haya periodos de remisión y brotes. Sin embargo, no hay dos casos iguales, por lo que es difícil predecir el curso de la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de la colitis ulcerosa?
- Diarrea
- Heces sanguinolentas
- Frecuente necesidad urgente de defecar
- Dolor por calambres en el abdomen
¿Cuáles son las causas de la colitis ulcerosa?
Con los años se han realizado muchos estudios para determinar la causa de la enfermedad. Todavía se desconoce la causa concreta, pero los científicos médicos han descubierto que la colitis ulcerosa tiende a desarrollarse con más frecuencia en exfumadores en comparación con no fumadores. Aunque no se conoce la causa principal de la enfermedad, sabemos que algunas de las sustancias que se desarrollan como resultado de la enfermedad inflamatoria tienen un efecto autoperpetuante en la inflamación. Esto provoca un «círculo vicioso» durante los periodos activos de la enfermedad. Además, la enfermedad se asocia a distintos factores ambientales y a distintos genes, lo que significa que una persona puede tener predisposición a padecer colitis ulcerosa.
¿Cuáles son los tratamientos para la colitis ulcerosa?
En la mayoría de los casos, es posible tratar la colitis ulcerosa con medicación, pero no es posible curar totalmente la enfermedad de este modo. Se emplean dos tipos principales de medicación para tratar la colitis ulcerosa. El primer tipo, la sulfasalazina, se usa en el tratamiento de la colitis ulcerosa, así como en el tratamiento de mantenimiento para minimizar el riesgo de brotes. En los casos más graves de la enfermedad, el tratamiento suele incluir el uso de hormonas adrenocorticales. Sin embargo, este tipo de tratamiento solo debe utilizarse de forma limitada por sus numerosos efectos secundarios.
