¿A veces te duelen los músculos y las articulaciones, y te preocupa que esto pueda deberse a una enfermedad? Entonces sigue leyendo. Aquí encontrarás información sobre la artritis, los tipos más comunes de artritis, sus síntomas y cómo diferenciarlos.
¿Qué es la artritis?
Artritis es un término general que abarca las enfermedades del sistema musculoesquelético, así como las enfermedades reumatológicas. Hay más de 200 tipos distintos de artritis, cada uno tiene su causa subyacente y sus síntomas. Sin embargo, todos los tipos afectan a los huesos, músculos, ligamentos y articulaciones y de este modo reducen el nivel de funcionamiento del cuerpo. Además, los distintos tipos de artritis suelen implicar síntomas como dolor, fatiga y rigidez articular. Sin embargo, los síntomas varían dependiendo del tipo específico de artritis. Los síntomas también varían dependiendo de la persona. Dos de los tipos más comunes son la artritis reumatoide (AR) y la osteoartritis (OA).
¿Cuáles son los síntomas y causas de la artritis?
El riesgo de padecer muchos tipos de artritis, como OA y AR, aumenta con la edad. La obesidad, la inactividad física, la disposición genética y anteriores lesiones musculoesqueléticas son factores que aumentan el riesgo de desarrollar OA. La OA es una enfermedad degenerativa crónica que hace que el cartílago que cubre el extremo de los huesos se deteriore lentamente. La OA suele afectar a las rodillas, las caderas y la zona lumbar, ya que estas zonas suelen soportar mucha tensión. Mientras que algunas personas viven con artritis sin ningún síntoma, otras sufren un intenso dolor articular, rigidez articular y sonidos de chasquidos al doblar una articulación. No hay cura para la OA, pero los síntomas, como el dolor y la inflamación, se pueden aliviar con medicación, ejercicio y una dieta sana.
La AR es otro tipo de artritis que provoca una disminución en el nivel de función porque las articulaciones están inflamadas. La AR puede afectar a todas las articulaciones, pero normalmente afecta a las pequeñas articulaciones, como las muñecas, y a ciertas articulaciones de las manos y los pies. La inflamación de la articulación provoca hinchazón, enrojecimiento, sensibilidad, rigidez y calor, especialmente por la mañana. Con el tiempo la inflamación de la articulación puede causar deformidad en la articulación y de este modo se pierde el funcionamiento de la articulación.
La enfermedad inflamatoria del cuerpo suele causar síntomas como fatiga, fiebre y pérdida de peso. Todavía no se conoce la causa para la AR, pero se sabe que los antecedentes familiares y el estilo de vida, especialmente el tabaquismo, tienen mucha importancia. En la actualidad no hay ninguna cura para la AR, pero el dolor y la inflamación se pueden tratar con distintos fármacos que también ralentizan la actividad de la enfermedad.
Si tienes dolor o rigidez en las articulaciones durante un largo periodo de tiempo o sientes que tu rango de movilidad disminuye, es importante que se lo consultes a tu médico para que te realice el diagnóstico oportuno y recibas un tratamiento temprano. El tratamiento temprano puede ayudar a aliviar la enfermedad para que no afecte a tu calidad de vida tanto como lo haría sin el tratamiento. A su vez, el tratamiento se puede emplear para ralentizar o detener el curso de la enfermedad, dependiendo del tipo de artritis.
